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dicks
Observo a mi alrededor el desorden que he hecho de lo que me importa. Por un lado, una mesa llena de suciedad y polvo, atestada de pinceles y pinturas acrilicas en desorden y mal estado dan la impresión de que pintara más de lo que de hecho me alcanza el tiempo. Una polera rosada acompaña blocs llenos de poemas y oraciones sin lugar ni razón, entre ellos más papeles y algunas partituras. Una mancuerna descansa como mis intenciones de fortalecerme físicamente. Finaliza y corona el pobre estado de mi mente (o sino se haya como una entrada, profundizarè.
Mi primer entry, Esperaba algo más lindo. La verdad tengo pena.
Nunca he sido un cristiano ejemplar, no me interesan doctrinas, mucho menos la música. Sin embargo, cada domingo que puedo asisto al culto para verla a ella. No se usar palabras que puedan estar a la altura del sentimiento. Simplemente es electricidad profunda...Y ahora se fué, solo se fué. Nunca entable una conversación, solo fuí capaz de admirar en silencio en su ir y venir. Entro a darme cuenta que volver a ir al culto no tiene ya sentido para mi. No nací para participar de manera activa en una iglesia.
Se siente bien poder compartirlo, para mi es sumamente vergonzoso reconocer afecto por cualquier persona, mucho más de forma platónica. Al final, solo me queda agradecer su intensa belleza que sin querer compartio conmigo, su ligera mirada, como si dentro de ella hubieran plumas, y su sentido del gusto en un lugar donde poco tiene sentido. Te deseo exito en tú viaje.
"Y hoy te vi, tú nunca dices nada". Comunicar el sentir es una institución gigante, ultimamente aprendo profundamente a comunicar mis sentimientos. se siente bien, como un escalofrío profundo, se siente como hablar con Dios, una interminable red de luces que conectan lo eterno con nuestros cuerpos. Es como cuando dos persnas en la tierra comparten un tremor de luz. Es un pequeño trozito de mar en medio de la nada.
Así es, ultimamente aprendo mucho, me encuentro realizando una practica del area de automatización y robótica como pañolero en Inacap y bueno, solo puedo decir que no hay hora del día que no extrañe estar cerquita de mi guitarra. El apego que he encendido me ha hecho darme cuenta del tesor de mi guitarra, como quien atesora un amorcito suave y delicado. Eso he aprendido de mi mismo.
Vamos viendo, vamos andando de a poco. Hasta que vivir valga la pena :D.